Andreas hus
Palma de Mallorca
Un palacete recobra una nueva vida llena de espacios para el descanso e, incluso, una bodega
Este palacete situado en el casco antiguo de la ciudad se sometido a una rehabilitación ideada bajo las premisas de su dueño, un empresario sueco con negocios en la isla. La casa consta de cuatro alturas con patio interior y terraza en la azotea (o el terrado). Distribuida en cinco habitaciones, cuatro baños, garaje, piscina interior y varias salas de estar y comedores.
En el proceso de reforma, se ha querido recuperar la nobleza del edificio, perdida con el paso de los años, mediante el uso de los materiales tradicionales en la isla, pero tratados con acabados sofisticados. Por ello, los pavimentos son de piedra irregular envejecida, las vigas de los techos son de madera, las paredes son de estuco y las carpinterías de madera de grandes dimensiones son también muestra de la misma intencionalidad.
La paleta cromática empleada está protagonizada por una base neutra de tonalidades piedra que contrasta con maderas oscuras y en negro que aportan un toque de modernidad y sofisticación.
La casa cuenta con zona de acceso con bodega acristalada que da paso al patio presidido por un olivo y que conecta también con la piscina climatizada interior a través de una gran cristalera.
En la primera planta, se encuentran: las zonas comunes, comedor y salón diáfanos, la cocina conectada con el patio, el aseo de cortesía con un lavamanos escultórico, y un despacho semi conectado semi aislado.
En la segunda planta, las cuatro habitaciones principales están unidas por un salón distribuidor con chimenea para momentos de desconexión. Mientras, en la tercera planta, la última habitación, con salón y terraza sombreada, está equipada para practicar deporte o yoga. En la cuarta planta, el terrado con salón y comedor al aire libre goza de vistas en primera línea orientadas a la catedral de Palma.