Casa Cenote

Hacer de la necesidad virtud, ha sido el axioma de esta vivienda, situada en un terreno con condicionantes urbanísticos complejos que obligaban a situarse en la parcela con dos volúmenes diferenciados. Por un lado, la vivienda de invitados se encuentra situada en el medio del pinar y, por otro, para que la casa principal disfrutara de vistas al mar debía situarse sobre el acantilado, prácticamente volando sobre el mar.

La voluntad expresa de los clientes ha estado encaminada a evitar entorpecer las vistas desde la calle, deseo que, unido a las primeras ideas para estructurar la casa bajo un manto verde, ha ayudado a minimizar su impacto sobre el paisaje. Estas primeras premisas fueron derivando en una solución para que las vistas aparecieran tras un sendero bajo los pinos y con la única guía de una gran apertura en un muro ciego. Como si de un cenote se tratara, una vez que te asomas al vacío, se abre ante ti un espectáculo de la naturaleza, acantilado, mar y horizonte.

La vivienda se enrosca sobre sí misma, en forma de espiral, adaptándose a la topografía del terreno con el fin de poder tanto vivir el jardín siempre en contacto con la vivienda, como transitar tranquilamente por la cubierta, que se convierte en un mirador natural y en el espacio exterior por excelencia de la familia.

El interior de colores neutros y materiales naturales pretende ser la base sobre la que disfrutar del espectáculo que brinda el mar sin robarle ni un ápice de protagonismo, un telón de fondo que permita disfrutar de esta obra maestra que es la naturaleza.