The wave, edificio de oficinas
Barcelona
Cuidadosa intervención en un edificio icónico
El edificio Estel de Francesc Mitjans, referente arquitectónico en la avenida de Roma, fue ideado originalmente para acoger a la compañía Telefónica y proyectar también la imagen de industrialización y progreso que vivía la Barcelona de los años 50. Además de responder estéticamente al espíritu de la época, reflejaba el lema de Louis Sullivan "la forma sigue a la función". Pasados 40 años, y tras varios proyectos realizados hotel, viviendas, etc. este icono de la ciudad albergará de nuevo trabajadores, será la punta de lanza de las nuevas oficinas en Barcelona.
El proyecto, desarrollado junto a BGY pretende recoger toda la historia del edificio, desde el proyecto de Mitjans hasta las diferentes propuestas de grandes despachos de arquitectura hechas durante estos años para su reconversión, para combinarlas en un edificio totalmente renovado, vanguardista y con carácter, tal como lo fue en sus orígenes.
Este proceso continúa desvelando soluciones esbozadas ya por Mitjans para ser descubiertas por quienes asumieran el reto en el futuro. Muchas las hemos conservado, interpretado y utilizado en la propuesta actual como, por ejemplo, la estilización de las líneas verticales.
En los años 50, Mitjans optó por una fachada compuesta por aletas de aluminio destinadas a acoger los sistemas de refrigeración, proteger de la intemperie y evitar los ruidos, soluciones que se mantienen vigentes hoy. En línea con la idea de Mitjans, el edificio conecta con el entorno y así lo demuestra que podio, planta baja, nivel uno y sótano sean accesibles al público. Así como esa gran plaza y atrio que invita al peatón a entrar, relacionarse y hacerse propio el edifico, tras más de 50 años debíamos añadir más elementos que fuesen para el disfrute de la ciudadanía, cómo son la terraza de la planta 7 (sunset terrace) y la zona de bar y restaurante con esos jardines colgantes de la planta 14 con vistas de 360º sobre la ciudad. Un lujo que ya no es solo para unos pocos, es el tributo a la ciudad de un edificio emblemático, que como no puede ser de otra forma se pliega ante ella.
Otra de las contribuciones más destacadas es que el recuperado edificio Estel sea un punto de encuentro entre la calle Mallorca y la avenida de Roma y que esta intervención signifique la conexión de una nueva zona peatonal y de parques de próxima construcción.