Un ambiente acogedor es también resultado de equilibrar la búsqueda de las proporciones y materiales que, tratados con respeto y honestidad, mantienen su identidad propia, intrínsecamente unida al lugar del que proceden, y al emplazamiento del proyecto para que puedan mostrar la belleza de su estado natural. Madera, piedra o estuco, cada uno tiene sus propiedades y nuestro afán es realzarlas para que destaquen y brillen con luz propia.